12. ÚLTIMA ETAPA EN SUECIA
El 3 de julio conocimos
los impresionantes rápidos de Storforsen
del río Pite, uno de los cuatro ríos protegidos de Suecia. Antiguamente lo
usaban para transportar los troncos de árboles desde la montaña.
Lo vimos
cuando más agua llevaba, por el deshielo de los glaciares. Tal era la bravura
del agua que levantaba una nube tenue que mojaba el sendero.
La pasarela se
acercaba tanto al río, que pudimos sentir el frescor y el gran rugido de sus
aguas. ¡Un verdadero espectáculo!
Además, había
zonas para el baño, áreas de picnic con barabacoas y un gran escenario para
actuaciones en verano.
¡Estos suecos
saben sacar partido a los recursos naturales que tienen!
Al día
siguiente fuimos al punto de información turística de Sorsele, donde Erik nos sugirió un bonito lugar en la Reserva
Natural Vindelfjällens, con un lago
y la montaña Gaisatj (984 m.) La
subimos después de comernos la carne de reno que compramos en Kiruna. Nos gustó
el sabor peculiar que tenía. Casi todas las comidas las hacemos en la “Cantina
Caracola”, en la furgo de Pilar y Paco.
Iniciamos el camino por un bosque al lado de un riachuelo
lleno de flores. En la subida
encontramos un gran nevero que cruzamos con cuidado.
La cima estaba
coronada por un gran hito y hacía bastante viento frío, hasta nos cayeron
algunas gotas. Allí vimos una pareja de Págalo Rabero, con sus largas colas que
echaron a volar y no se dejaron fotografiar.
Llegamos
cansadas del recorrido y decidimos quedarnos a dormir en el aparcamiento, al
lado del lago.
Por estas carreteras hemos visto más renos que en otros sitios, manadas enteras andando por el asfalto. Todo el día estuvimos viajando y nos quedamos a
dormir detrás de la iglesia de Dorotea, construida
en 1930 por Ever Milles. Como casi todas las iglesias tienen a su alrededor el
cementerio, bastante diferente a los nuestros. Solo se ven piedras verticales
con los nombres y flores sobre la hierba.
Buscamos un
camping para lavar la ropa, y encontramos uno muy bueno, llamado Nordic en Frösön, en una isla cercana a Östersund. Estuvimos muy bien, porque
utilizamos la cocina, el comedor y la sala de la lavadora y secadora. O sea,
que nos sentimos como en casa esos dos días. Aprovechamos para hacer comidas,
trabajar en el blog e incluso jugar a las paletas y a las cartas.
Allí conocimos
a una simpática pareja francesa, Anne y Jean Claude, con la que charlamos en
francés y un poco de español.
Esto, aunque no lo creáis, es una sauna.
Esto, aunque no lo creáis, es una sauna.
Otro lugar
encantador donde nos quedamos a dormir fue cerca de Sveg, en el lago Svegssjön,
al que llegamos por un camino de tierra entre pinos.
Al P.N. Sonfjallet llegamos para hacer un
recorrido. Entramos en el Naturum y nos gustó mucho la manera tan atractiva de exponer la información. Pasamos por un frondoso bosque y luego subimos a una montaña. En la cima paramos para tomar el
bocadillo tras una gran piedra para refugiarnos del viento. ¡Qué maravillosas vistas teníamos!
El último día
que pasamos en Suecia lo hicimos en el P.N.
Fulufjället, el número 15 que hemos visitado, la mitad de los parques
nacionales suecos. Ha sido el más
concurrido de todos. El Naturum también nos sorprendió.
Vimos una gran cascada de 93 m.
de altura (igual que la Giralda). El agua caía desde un lago que estaba en la parte superior.
Cogimos un sendero para subir por la ladera de la montaña para ver el lago y la parte superior de la cascada. Por aquí vimos muchas aves y nos gustó mucho el paseo que duró unas 6 horas. Además, el tiempo nos acompañó con sol, incluso pasamos calor.
Éste es el recorrido que hemos realizado señalado en color naranja y enumerados los sitios donde dormimos.
Salimos de Suecia, en
la que hemos estado recorriendo durante 40 días. No es tiempo como para
pretender conocer un país y su gente, para eso están los estudios sociológicos,
pero nos vamos con una serie de impresiones que queremos compartir:
1.- Hemos observado
que la naturaleza está bastante protegida, 30 parques nacionales y otras tantas
reservas naturales y nuestro conocimiento de buena parte de ellos, nos lo
confirman. Quizás no por casualidad, el movimiento juvenil contra el cambio climático se inició aquí y continúa con fuerza.
2.- A nivel social,
aunque no hemos contactado con mucha gente, hemos observado el cuidado y el
respeto por lo común y cómo lo organizan para beneficio de la comunidad.
3.- Aunque hay
diferencias sociales, no hemos apreciado la desigualdad tan grande a la que
estamos, lamentablemente, acostumbradas en la tierra de donde procedemos.
4.- El estado del
bienestar que proclamaba la social democracia sueca, ya no es lo que era y según nuestros amigos
suecos, la situación actual es peor que la de hace algunas décadas.
5.- Vemos a mucha gente de todas las edades, haciendo deporte,
viajando en bicicleta o simplemente paseando y muchísimos parques infantiles con
niños jugando divirtiéndose con sus madres y padres. En definitiva, creemos que viven de una manera saludable.
¡Dejamos Suecia muy contentas con todo lo que hemos visto y vivido!
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