11. LA TIERRA DE LOS SAAMI
El
pueblo Saami ocupa parte de 4 países: Suecia, Noruega, Finlandia y Rusia. Hace
casi 10.000 años que los Saami se establecieron en el territorio que hoy ocupan.
Se dedicaban a la caza de renos salvajes y la pesca, y es a partir del siglo XVI
cuando comenzaron a domesticar y pastorear manadas enteras y a trasladarse con
ellas en cada estación.
Una de las regiones del norte de Suecia donde viven los Saami es Laponia,
y entramos en ella cruzando el Círculo Polar Ártico. Aquí tuvimos el primer contacto real con los renos y empezamos a no
tener noches oscuras, aunque el sol baja, no se oculta del todo y esto hace que nos trastorne un poco el sueño.
El 26 de junio visitamos nuestro décimo Parque
Nacional, el de Abisko. Fue el primero que lo declararon, en
el año 1909.
Entramos en el Naturum y vimos la exposición en la que aprendimos a
reconocer los excrementos del alce y del reno.
Primero paseamos por un gran cañón, cuyo río tenía una fuerza
impresionante. Seguimos el sendero de madera hasta el borde del lago donde
desemboca el río. Allí nos tomamos los bocadillos, viendo al fondo las montañas
nevadas y largas cascadas.
Tomamos otro sendero durante unas 4 horas y media, íbamos lentas porque
paramos a observar y fotografiar aves, como el Mochuelo Común y el Pinzón
Real. Al final, vimos una recreación de casas antiguas de los
Saami.
En la ciudad minera de Kiruna visitamos su iglesia, del año 1912, una impresionante construcción en
madera con forma de tienda saami. El campanario se encuentra cerca de la
iglesia. Fue un obsequio de la compañía minera LKAB, que se instaló en Kiruna a
finales del siglo XIX para la extracción del hierro. En 2001 fue reconocida
como la iglesia más bella de Suecia.
Paseando por
sus anchas y modernas calles (esta ciudad
nació en el 1900 sobre un asentamiento saami) vimos algunas personas saami,
con sus rasgos característicos: estatura baja, pelo lacio y negro y ojos
achinados.
El siguiente
Parque Nacional fue el Stora Sjofallet,
cuyo Naturum, llamado Laponia, nos encantó. Era de tablones de madera en su
fachada y el interior muy bien montado, por supuesto, de madera también.
Aron, el chico
de la información nos comentó que había un festival de música Folk en
Saltoluoka, dentro del P.N. y que para llegar había que coger un barco para
cruzar el lago.
Nos sedujo la
idea y a las 16:00 embarcamos rumbo al festival. Ya en el barco oímos a un
grupo de músicos tocar diferentes instrumentos con mucho ritmo.
Había muchos
jóvenes que se quedaban a pasar el finde en tiendas de campaña o en cabañas.
Lo mejor del
festival fue que Pilar y Maky bailaron imitando a las parejas. Fue muy divertido.
Al día
siguiente hicimos un recorrido por el monte Nieras, al lado de un río con cascadas, mucha
vegetación y flores, entre ellas, orquídeas.
Continuamos el
viaje hacia el sureste para entrar en el P.N.
Muddus. Hicimos un recorrido de cerca de dos horas pasando por un gran
puente que salvaba un río caudaloso.
A través de
una pasarela de madera muy nueva vimos árboles caídos y quemados, el paisaje
era desolador. Este P.N. ha sufrido varios incendios.
Al día siguiente pasamos por Jokkmokk donde desaguamos y llenamos el depósito de agua (esto lo tenemos que hacer cada 3 días). Allí es por donde pasa el Círculo Polar Ártico.
Paramos en un sitio idílico, junto a un lago y comimos fuera por la buena temperatura que hacía.
Llegó una autocaravana que conducía Anniloguer, una mujer alemana de 82 años que viajaba sola y volvió a ese lugar después de muchos años porque le encantaba. Y lo más sorprendente fue que apenas podía andar, llevaba muletas. ¡Vaya lección de tesón y fuerza de voluntad!
De camino a la reserva natural Kvikkjokk vimos en la carretera poco transitada siete renos. No sabemos por qué les gusta tanto andar por el asfalto...
En el aparcamiento de esta reserva natural pernoctamos y allí contactamos con un barquero, Sjörn, que nos informó de los paseos que podíamos hacer y del tiempo atmosférico. Estuvo lloviendo durante toda la noche y la mañana siguiente, por lo que aprovechamos para descansar y adelantar el blog.
Para llegar al P.N. Sarek había que cruzar el río, y la mujer del barquero nos llevó en su barca cuando ya dejó de llover, fue el martes 2 de julio. Subimos a la montaña Prinskullen (749 m.) En la subida se nos cruzaron una pareja de Lagópodos Escandinavo agresivos ya que defendían a sus polluelos.
Tardamos unas dos horas en llegar a la cima y fue impresionante la vista de las montañas nevadas a lo lejos y más cerca un lago con un delta de dos ríos.
Muy cerca, a 9 km, en Kopeham vimos unas enormes cataratas llamadas Brudslöjan. Anduvimos media hora por la ladera de una montaña hasta llegar a ellas. ¡Cuánto nos sorprende la riqueza natural de este país!
La próxima entrada será la última de Suecia.
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