2. FIONIA Y LA ISLA DE MON

   Llegamos a Fionia cruzando un gran puente la tarde lluviosa del sábado 25 de mayo. Nos dirigimos a la costa norte buscando un lugar donde pernoctar... menos mal que llevamos dos walkie talkie para comunicarnos cuando vamos en las campers... y lo encontramos cerca de Bogense. 



   Paseando por la playa, conocimos a Meline y Steen, una pareja danesa que tienen una preciosa casa allí. Nos invitaron a conocerla y hablamos un buen rato con ellos, en inglés, claro. Ella podóloga en activo y él cartero jubilado con 58 años. Hemos constatado con este encuentro la simpatía y amabilidad de la gente de este país.
   



  Al día siguiente visitamos Bogense, por recomendación de esta pareja y nos gustó mucho. El centro tenía casas antiguas y un pequeño puerto con encanto.    A pesar de la fina lluvia, nos dimos un buen paseo. 









   A media hora dirección sureste llegamos a Odense, una ciudad grande que no tiene el encanto de Aarhus. No vimos mucha gente por sus calles, solo algunas personas que iban a votar al ayuntamiento. Por curiosidad, entramos y vimos que en cada mesa electoral tenían un ordenador portátil. ¡Y en España seguimos con la lista electoral en papel y la regla con el marcador fluorescente!
   


   Entramos en la catedral del siglo XIV y estilo gótico. No había un alma en su interior, que era de un blanco inusual. Sí era interesante el retablo renacentista del año 1520 con más de 300 figuras talladas. Bajo el altar está la cripta con varias urnas.




   Odense es cuna del escritor Hans Cristian Andersen, y toda la ciudad está llena de esculturas, museos y casas del escritor. Hay más de 40 puntos en Dinamarca reconocidos con la frase: "Andersen was here".




     La tierra de Fionia está muy cultivada, sobre todo de colza, trigo, centeno y patatas. donde no hay cultivos, hay silvicultura intensiva, especialmente de abetos.
   Dejamos atrás Fionia para entrar en la isla de Selandia cruzando con fuerte lluvia y viento el puente colgante Gran Belt, de 16 km de largo. Es el tercero más largo del mundo.
   Esa noche dormimos con el silbido del viento en un área de autocaravanas en la islita de Faro, cerca ya de la isla de Mon, nuestro próximo destino.




  La isla de Mon se encuentra al sureste del país, y fuimos a conocer los impresionantes acantilados Mons Klint de más de 100 metros de alto, de blancas paredes calizas. El paseo lo comenzamos por la parte superior, por un fantástico bosque de hayas, desde donde pudimos ver el color turquesa del mar. Bajamos una larguísima  escalera  de madera hasta la playa y continuamos el recorrido de vuelta por la misma. Una playa sin apenas arena, solo piedras blancas, grises y negras.








   Después de comer, visitamos el pueblo de Stege, al norte de la isla. Tiene una iglesia medieval del siglo XII de estilo románico. Más tarde, en el siglo XV fue ampliada y reformada adquiriendo una apariencia más gótica. Nos gustó los frescos del techo, pintados en el siglo XV y tapados en la reforma protestante. A finales del XIX se descubrieron estos magníficos frescos.
  También vimos la puerta de Molle, una de las tres entradas medievales que hubo en la muralla y la única que se conserva.
   




  





  

   

Comentarios

  1. ¡Qué bonitas y especiales vacaciones!! Te deseo lo mejor a ti, Pilar y a tu grupo de aventureras. Genial todo lo que escribes, nos haces viajar al norte sin movernos de Sevilla. Un abrazo y seguid disfruando de ese viaje inolvidable que la vida os regala.

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  2. Hola!
    Todo muy interesante, con espectaculares fotos, la inmersión con los nativos muy enriquecedora.
    A seguir disfrutando!!
    Abrazabesos de Pepe y míos

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    1. Muchas gracias por vuestros comentarios.
      Nos alegramos que os guste el blog y podáis seguir disfrutando con nuestro viaje.
      Seguimos trabajando en la siguiente entrada, que será Copenhague.
      Besitos desde el norte.

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    2. Nos hemos acordado de ti por estos bosques de los parques nacionales de, Suecia.
      Abrazos.

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  3. Preciosa playa de Mons; y el hayedo lleno de musgo es espectacular. Seguid esta aventura al norte. Un saludo, viajeros

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  4. Maravillosas imágenes, que envidia! Un abrazo

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